¿Qué haces para garantizar que tú formación sea para la buena vida, cómo te has preparado para saber, hacer, ser y convivir?

La escuela prepara para la vida, idea nueva pero tan distante como el siglo XIX, las tendencias funcionalistas de aquella época ya consideraban que el rol de las instituciones educativas sería la de ser reproductoras de las ideologías y destino de los seres humanos. No faltó quien pensara que el preescolar tendría como finalidad que el niño que sería adulto al paso de algunos años, se convertiría en un ser para el trabajo, por tanto, en la escuela se debería acercar a los roles de desempeño profesional; en este sentido la perspectiva fue la de jugar a ser a adulto, a que el pequeño asumiera el rol de minero, campesino, transportista, policía, maestro, granjero, etc, y que en ese rol, se procurará delimitar su participación ante los buenos y los malos.

El reto de la escuela es el de aprender jugando, aprender saberes, haceres para el bien conocer, para resolver, para estar bien consigo mismo y la buena vida.

Formar para la buena vida y para lo largo de la vida, es uno de los retos a los que se enfrenta la sociedad del conocimiento.

El juego de pensar la ciudad es una alternativa de aprender jugando y delimitar la exigencia conceptual respecto de las exigencias de jugar y hacer de las actividades escolares una experiencia lúdica.